Facturas, facturas y facturas… ¿Crees que eso es lo único que hace nuestra compañera Belén Calvo? Aunque desde fuera pueda parecer que su labor se queda en los números, nuestra querida Office Manager aporta muuucho más de lo que se ve desde fuera. Además, no es por nada, pero es una persona interesantísima que se enfrenta a retos cada día y jamás tira la toalla. Es un ejemplo de esfuerzo y perseverancia. Desde su puesto vela por la experiencia de los compañeros de GB, se sacó una carrera con tres niños y un trabajo, ha sido (y es) voluntaria innumerables veces y ¡tiene un huerto y colmenas de abejas!
Belén nos sorprende cada día y aunque a veces nos quedemos con su parte más técnica de resolver facturas, nóminas, etc., también ha participado en el cambio de GB para estar «simplemente cerca» de todos. Además se trae entre manos muchos cambios para hacer de la empresa un lugar más sostenible. Ya es hora que deje de contar para que lo oigas de ella misma.
¡Hola Belén! Me apetecía mucho tenerte por aquí. Aunque sé que la lista es larga, me gustaría empezar preguntándote qué has logrado como Office Manager de GB desde que llegaste.
Yo entré en Grupo Binternational en abril de 2019. Aquí he encontrado un reto tras otro porque venía de trabajar en un sitio menos digitalizado. Desde que entré me he encargado de renovar el sistema de control de gastos y pagos y de revisar todos nuestros proveedores. Este proceso fue largo pero ha marcado una gran diferencia. He conseguido que todo esté mucho más ordenado y sobre todo evolucionar, cada día aprendo algo nuevo.
Me atrevería a decir que Grupo Binternational no podría funcionar sin ti. ¿Cómo es tu relación diaria con nuestros clientes? ¿Cómo aportas esa excelencia?
Jajaja, no diría que GB no funcionase sin mí, sería presuntuoso. A nuestros clientes les conozco cuando es hora de hacer la facturación. Yo me encargo de emitir la factura al interlocutor de la empresa y hacer el seguimiento para que se pague en plazo. Cada empresa tiene un protocolo diferente, algunas cuentan con un proveedor externo y en estos casos me tengo que comunicar tanto dentro como fuera de la organización. Básicamente el proceso de emitir, enviar y controlar facturas es el que hago yo.
Una de las características que más apreciamos de ti es que te esfuerzas por hacernos la vida más fácil a los demás. Internamente, ¿cómo te implicas en el bienestar de tus compañeros?
En realidad la mayoría de mi trabajo es de puertas adentro. Me gusta que os sintáis a gusto, me siento un poco mami del grupo. Quiero que tengáis café y que haya un sitio cómodo para tomarlo, me implico en el onboarding preparando todo y dando la bienvenida, también hubo una época donde os compraba fruta… Si me paro a enumerar lo que hago sería una lista muy larga, en realidad me encargo de que el espacio donde trabajamos sea lo más agradable posible. Sois excelentes personas y me siento muy cómoda con todos.
Mi idea es estar para todo lo que necesitéis tanto a nivel administrativo como personal.
Yo estoy aquí para vosotros.
Habrá gente que no conozca tu recorrido trabajando en asociaciones de mujeres, ¿qué nos puedes contar de esta etapa?
En el año 2000 una de las asociaciones del Instituto de la Mujer necesitaba una administrativa y comencé a trabajar en AMECO (Asociación Española de Mujeres Profesionales de los Medios de Comunicación). En las asociaciones hay un montón de mujeres comprometidas y unidas para derribar los techos de cristal, que en el mundo del periodismo era (y es) brutal. La colaboración entre todas era una pasada.
Uno de los proyectos más chulos en los que participé fue en AmecoPress, una agencia de información especializada en elaborar, difundir y transmitir información periodística desde la perspectiva de género. Yo era secretaria de redacción y me encargaba de organizar las agendas de las periodistas y subir artículos a la web.
Fueron años muy intensos porque era trabajadora y voluntaria, ya que al final nos ayudábamos entre asociaciones. Fue una etapa de mi vida muy chula y divertida aunque he visto casos de todo tipo.
No es por echarte flores pero tu lado solidario es admirable, ¿en qué proyectos has participado? ¿De dónde viene esta cualidad y cómo la transmites al equipo?
Empecé cuando era una cría en la EGB. En mi colegio siempre hacíamos cosas por los demás como recogidas de alimentos, de ropa, cantábamos en residencias de ancianos, les hacíamos compañía… Esto me ha influido mucho en el respeto a las personas mayores.
Ya más mayor siempre me he implicado en cualquier proyecto que hubiera por medio. He sido catequista y he trabajado en el coro de la iglesia. También he participado en el AMPA y en las recogidas de alimentos en el colegio de mis hijos…
Pero mi ilusión era trabajar en un comedor social. Fui voluntaria en el comedor de la iglesia San Ramón Nonato como cocinera y repartiendo comida. Además me encargaba de dar clases de cocina a mujeres que venían a España para cuidar de personas mayores. Los ancianos normalmente prefieren recetas tradicionales y les enseñaba a hacer tortillas, lentejas… lo típico para ayudarlas a acceder a un trabajo. Cuando entré en GB dejé de trabajar allí pero mis alumnas me seguían llamando por teléfono cuando tenían dudas.
¿Cómo lo transmito al equipo? Creo que no lo hago mucho, simplemente participo en todo y doy ejemplo para quien lo quiera seguir.
Has sabido inculcar estos valores a tus hijos y Baloncestos Sin Rasgos es un claro ejemplo de ello. ¿Qué es esta iniciativa?
Mi hijo Chema González es jugador de baloncesto profesional y una parte muy importante de su vida es Baloncesto sin Rasgos. Esta iniciativa es una escuela de baloncesto pensada para chicos y chicas con discapacidad intelectual. Aquí tienen la oportunidad de desarrollarse personalmente con todo lo que conlleva formar parte de un equipo. Por ejemplo aprenden a compartir, a trabajar en equipo, a ser solidarios con los compañeros y a aplicar valores. También se potencia su autonomía que les permite hacer frente al mundo real.
No sé si ha llegado hasta aquí porque me ha visto a mí o porque él es así. Siempre dice que estos niños son pura pasión y todo lo devuelven con mucho amor y cariño. Está seguro de que recibe mucho más de lo que él da.
A raíz de esta implicación de Chema surge un centro deportivo inclusivo que se llama La Cancha Inclusiva. Aquí pueden entrenar personas con discapacidades o quien quiera tener una vida más saludable a través del deporte y la fisioterapia. Es un proyecto muy guay.
Algo que hemos detectado es que te has convertido en una pieza clave en nuestro viaje hacia la sostenibilidad. ¿Qué implementaciones has hecho hasta ahora?
En GB estoy implicada desde muchas perspectivas. Hace poco hemos implementado válvulas en los radiadores para tener una mayor eficiencia energética. También hago la compra de lo que necesitamos en comercios de barrio y lo más ecológica posible, por ejemplo en los productos de limpieza. Me encargo de que la poca documentación que imprimimos se destruya conforme a la ley y gracias a mi perseverancia con las nuevas tecnologías, puedo decir que he reducido el uso de papel un 90%.
Tengo previstas otras acciones para hacer la oficina un lugar más sostenible pero voy paso a paso.

Hablando de sostenibilidad… Sabemos que también estás implicada en DoGood como Office Manager. ¿Qué ha aportado a tu vida este proyecto?
Primero he conocido otras formas de ver la sostenibilidad. Gracias a DoGood percibo cosas nuevas cada día, como puede ser la participación en el comercio justo.
DoGood me ha aportado ver que el cambio y la implicación diaria de las personas son necesarias. Me han afianzado que tengo que seguir haciendo todo lo que ya hacía y transmitirlo a los demás.
Cada vez estoy más concienciada. Tengo claro que tenemos que compensar con nuestras pequeñas acciones lo que otras personas hacen mal. No podemos escudarnos en que otros no hacen nada o no son conscientes.
Belén, sabemos que te guías por los valores de GB, pero a inconformista no te gana nadie. Jamás te he visto tirar la toalla, ¿qué tal te va con las tecnologías, el inglés, los GIF…
El inconformismo es algo que aplico absolutamente todos los días, sobre todo aprendiendo sobre la tecnología que usamos en GB. Esto es un reto para mí y me cuesta bastante pero tengo que conseguirlo como sea.
El inglés por otro lado es mi caballo de batalla. No me ha gustado nunca y no será porque mis padres no lo han intentado. Sé que cada vez es más necesario teniendo clientes fuera de España. Al principio me apoyaba en mis compañeros pero ya puedo apañármelas yo sola. Ahora asimilo las palabras que utilizáis vosotros y las que no entiendo me las apunto, las busco y las aprendo.
Con los GIF estoy empezando, ya tengo alguno más que el pequeño Yoda bailando.
Relacionado con esto, eres ejemplo de aquellas personas que apuestan por ellas mismas y cumplen sus metas con esfuerzo. ¿Cómo fue la experiencia de estudiar la carrera de Historia en un momento poco común?
Dejé la carrera de derecho cuando tendría que haberla estudiado, para casarme. Con los años llegó un momento que necesitaba algo más, estaba todo el día con los niños, reuniones de padres… quería cultivar más mi cabeza.
Algo que siempre he querido hacer es la carrera de historia, así que me matriculé en la UNED para tener la flexibilidad que necesitaba con mi familia. Hacía tres asignaturas al año y estudiaba cuando podía. Se me juntaron el trabajo y voluntariado en las asociaciones de mujeres, la carrera y tres niños. Fueron años duros pero tiré con todo y he de decir que nunca suspendí.
Para mí la historia es una asignatura muy importante para conocer tu país, de dónde vienes y también a ti mismo. Disfruto aprendiendo sobre ello, mi vocación frustrada es haber sido profesora de historia en un instituto.
También has sido (y sigues siendo) una gran impulsora del cambio en Grupo Binternational, ¿cómo has percibido la evolución desde que llegaste?
Pues ha sido muy grande. Cuando yo entré, Ignacio se había marcado como objetivo cambiar la empresa y hacerla mejor. El cambio gordo se produjo cuando Leandro se quedó a cargo y se ha mejorado la Propuesta de Valor al Empleado, la experiencia, hemos dado pasos para la certificación B Corp…
Lo importante es que todos estemos cómodos y nos sintamos con la confianza de hablar con nuestros jefes y saber que nos ayudarán en todo lo posible. GB mira mucho por las personas y somos todos una gran familia.
Queda mucho por hacer, estamos en una aventura muy bonita.
Hay tantas preguntas que quiero hacerte sobre tu lado más “manitas”, que mejor te lo dejo a ti. Si hubiese infinitas horas en un domingo, ¿qué te encontraríamos haciendo?
Sobre todo leer. Me gusta mucho la novela histórica y en concreto la medieval, mi especialidad. Tampoco se me da mal el bricolaje y disfruto muchísimo de las plantas. Me encantaría tener un jardín como el que tengo en el pueblo donde cultivo acelgas, tomates… todo ecológico. Es algo que aprendí con mis abuelos y no se me da mal.
También me encanta cocinar. Personalmente me ayuda mucho meterme en la cocina con la radio y hacer comida, preparar tuppers para mis hijos… es terapéutico para mí.
Y para terminar, no sería una #GBInterview si no nos contases una historia a través de una fotografía. ¿Te apuntas?
Desde pequeña siempre he tenido animales en el pueblo: gatos, perros, ratitas blancas, una corneja que se llamaba Pepa…
Esta perrita de la foto era especial para mí porque me la regalaron cuando me casé, se llamaba Lis. Era una Montaña del Pirineo, un perro muy adecuado para el lugar donde vivíamos en el momento, Jaca. Cuidaba mucho de mis hijos gracias a su paciencia infinita y también iba con mi marido a las maniobras. Era una bolita preciosa.
