Nuestra compañera Lucía, como HR & Sustainability Content Creator, se encarga de crear el contenido que ves en nuestras redes sociales, la web y la newsletter. Pero además de ello, gracias a su especialización en el ámbito de la sostenbilidad, también participa en proyectos de consultoría de sostenbilidad.

 

En esta GB Interview podrás ponerle cara a la autora de tus artículos favoritos 😉 y además conocer a quien te acompañará algún día en tu camino hacia un negocio con triple impacto (en el medioambiente, las personas y el buen gobierno – ESG-). ¡Nos vemos al final!

Lucía, si tuviera que definirte con una palabra sería “artista”, porque tienes la capacidad de “crear” desde la nada y a lo largo de esta entrevista nuestros lectores van a entender por qué digo esto.

¡Muchas gracias Marta! Para mí es un piropazo. No siempre me he considerado una artista, porque a veces se asocia a la ilustración o a la música más que a otras vertientes. 

Yo opino que todos somos artistas, cada uno a nuestra manera, y eso es lo más bonito. Para mí, no es menos artista un programador que un guitarrista, cada uno se expresa como mejor sabe, y ESO es lo que hace que el mundo siga girando

Para empezar, conciencias a cientos de profesionales cada día para que conviertan sus empresas en lugares en los que la gente se sienta bien y dé su mejor versión. Y lo haces gestando los contenidos de nuestra newsletter y nuestra web. Estudiaste Publicidad y te encanta divulgar. ¿De dónde nace ese interés?

Creo que me viene de serie jajaja. He tenido la suerte de estudiar desde los 3 a los 18 años en un colegio donde se primaba el levantar la mano y dar tu opinión. Los debates eran constantes y la comunicación profesor – alumno muy abierta.

Esto me ha enseñado que es muy importante expresar lo que uno siente aunque sea ante una figura de autoridad, siempre con respeto y la mente abierta. Tenemos que aprender a escuchar y a admitir cuando nos equivocamos, a ser más comprensivos, receptivos y cuidadosos en todas las áreas de nuestras vidas. 

En GB he encontrado un sitio donde puedo mejorar la vida de las personas y el medioambiente desde su lugar de trabajo, donde pasamos muchísimo tiempo. 

Tan importante es sentirte a gusto en tu trabajo como en tu vida personal, y qué queréis que os diga, tratar bien a lo que te rodea no es tan complicado.

Desde pequeña has recibido una formación muy humanista y, con mucho esfuerzo, has sido becada en varias ocasiones. La última te permitió especializarte en tu campo: la sostenibilidad. ¿Qué te empuja a fomentar el cambio responsable en las empresas?

En cuanto a las becas, en bachillerato me puse las pilas porque no sabía qué estudiar, por lo que necesitaba nota para lo que surgiera. Desde entonces no he sido capaz de cambiar la mentalidad y siempre aspiro a dar mi mejor versión en cualquier ámbito de mi vida.

El campo de la sostenibilidad creo que es inherente a mí, disfruto mucho las tres patitas de la ESG, aunque unas más que otras. Hice mi TFG sobre consumo responsable y el máster sobre RSC y Sostenibilidad en CMI Business School, el cual fue muy inspirador. 

Los adultos dedicamos alrededor de 1.800 horas anuales a trabajar. Inevitablemente, nuestra empresa es nuestra segunda casa.

Exigir un buen trato por parte de líderes, transparencia y comunicación, entre otras cosas, me parece imprescindible ya no solo para ser productivos, sino felices.

Si lees el primer artículo de los Derechos Humanos, verás que no es tanto pedir:

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

Si unimos este tratar bien a las personas con mejorar a través del cumplimiento normativo y ya de paso reducir nuestro impacto, me parece que la carrera que he elegido es la bomba. 

Me interesa mucho tu punto de vista. Como consultora de sostenibilidad, ¿cuáles crees que son los retos que tienen los directivos ESG en este momento?

Creo que el mayor reto de hoy es concienciar a las personas sobre cuánto abarca el mundo de la sostenibilidad. Normalmente, quienes no se dedican a ello, lo asocian al medioambiente y no tienen en cuenta a las personas y el buen gobierno. 

Para poder contar con una estrategia de sostenibilidad fuerte en una empresa, hay un trabajo interno de concienciación y educación muy importante. 

Mediante este, los empleados entenderán mejor cómo aportar su granito de arena e incluso proponer iniciativas. Me parece complicado tener una estrategia ESG exitosa sin que exista una cultura sostenible previa, es decir, que los trabajadores sean conscientes del qué, el porqué y el cómo de esta nueva visión.

En este punto también hay otro reto: dejar claro que la sostenibilidad no es una tendencia. Aquí nuestro target principal son los líderes: no se puede plantear una estrategia de sostenibilidad si los líderes no están alineados y dispuestos a dar ejemplo cumpliendo objetivos. No plantees una estrategia por subirte al carro, haz una que llegue para quedarse.

Lo primero que me dijiste cuando te incorporaste a GB es que cuando leíste la oferta de trabajo pensaste: esta empresa es para mí. ¿Cuál dirías que es el valor de GB que mejor representas?

Creo que los valores de GB y los míos coinciden bastante, así que te voy a responder con los dos que más me gustan: la adaptabilidad y el compromiso. 

El origami de nuestra web en “adaptabilidad” está representado por un ratoncillo, y así me veo yo. Me da igual qué me pidan, quién me lo pida o cuándo me lo pida, si no sé hacerlo, me las apaño. Esto es algo que te dije mucho en mis entrevistas y un aprendizaje que se me quedó de una gran profe de la universidad. Es curioso cómo hay simples comentarios que se quedan en tu mente para siempre. 

El “compromiso” creo que ya te lo he explicado a lo largo de la entrevista, soy apasionada de ayudar en lo que pueda, aunque a veces sea en mi detrimento. El “Llama, grita si me necesitas” de Kim Possible me ha marcado. Alguna vez os he dicho esa frase pero nunca sé si alguien pilla la referencia.

Si te digo «Co wynosisz ze swojego Erasmusa w Polsce?», ¿qué es lo primero que te viene a la mente? Cuéntanos cómo viviste esa experiencia internacional en Polonia y qué es lo que más aprecias de su cultura.

Lo primero que se me viene es que le quiero poner una estatua al creador de Google Translator.

El Erasmus fue uno de los mejores años de mi vida, lo pienso y no se me ocurre otra oportunidad en la que pueda vivir algo parecido. Disfruté, viajé, pasé frío (del de verdad) y sobre todo me enamoré de un montón de personas. 

De la cultura de Polonia me llevo las ganas de disfrutar la vida que tienen, da igual el clima o que después de comer sea de noche, siempre hay algo que hacer. También me parece muy valiente cómo transmiten su historia y cómo han sabido salir adelante. Por otro lado, a precioso, le ganan pocos sitios. 

De la experiencia me llevo el haberme integrado en una comunidad mexicana, griega, turca, polaca, congolense, francesa, etc., que flipas. Así sí que se aprende sobre diversidad. También el hacer cosas con miedo pero lanzarte a ellas. Al final, si te lo propones, todo saldrá bien. Fui para allá llorando de miedo y me volví llorando de felicidad.

Quizá por influencia de tu madre tienes un amor infinito por los animales y este te llevó a uno de tus primeros trabajos. ¿Qué nos cuentas de esta faceta tuya y del animal más especial que conoces?

Mi madre es una pedazo de mujer y junto a su socia tienen una clínica veterinaria en (mi querida) Sevilla. Cuando empecé la carrera de publicidad les propuse actualizar su web (no sabía cómo pero aprendí) y llevarles las redes sociales con ayuda de mis compañeras de clase. Después en mi máster de sostenibilidad también hice todos los proyectos posibles basándome en su negocio.

Desde entonces hay temporadas donde participo más y otras menos, y tengo muchas ideas que implementar pero en las que quiero formarme primero. Para mí no es un trabajo, es más bien un orgullo el poder ayudar a mi madre a que su sueño sea cada vez más bonito. Y el amor que se recibe de los dueños de las mascotas es indescriptible. 

Las perritas más especiales en mi vida serán siempre Wilma y Mia. La primera de ellas llegó a casa antes que mis hermanos y yo, y cuando falleció a poco de cumplir 18 años fue muy duro. Recuerdo que cuando estaba triste era quien mejor me consolaba simplemente estando ahí. 

Años después mi madre estaba más que preparada para tener otra mascota, aunque el resto seguíamos reticentes a la idea. Unas navidades mi padre y mi hermano mayor nos sorprendieron con Mia que es todo lo contrario a Wilma. Está medio loca y un poco mimada, de broma decimos que es la hija favorita. Wilma en cambio era como la perrita Nana de Wendy en Peter Pan. 

A estas alturas todo el que nos lea sabe ya que eres una artista y, además, polifacética. Pero queda el golpe final. Tienes un proyecto personal que yo sé que algún día se convertirá en algo grande. ¿Qué es «Sus agujas, mis manos?” y de dónde surge?

Mi manera favorita de expresar la creatividad es mediante el crochet. Sí, el ganchillo, como el que hace tu abuela. 

Siempre he tenido muy buena relación con mis abuelas y verlas tejer me parece impresionante. Durante mi adolescencia le pedí a una de ellas que me enseñase a hacer crochet, y la verdad es que me entretenía mucho… aunque lo que crocheteaba es pa’ verlo 😹. La selectividad, hacer deporte, tener vida social, etc., me impidió seguir con ello pero siempre me dio pena.

En 2020 nos dejó mi abuela y me frustraba no tenerla a mi lado. Meses después conseguí sus agujas y algunos hilos y me puse manos a la obra a reaprender y a superarme. Por otro lado, el punto es lo que mejor hace mi otra abuela así que le pedí que me enseñase las bases y he seguido aprendiendo por mi cuenta.

“Para conectar y desconectar”, ese es mi lema, conecto con ellas y desconecto del mundo.

Un año después creé mi cuenta de Instagram donde comparto lo que hago y me gustaría convertirlo en algo más profundo. Para mí el crochet no es un hobby, es un estilo de vida. Te reto a que me encuentres en el bus, el metro o viendo la tele sin mi ovillo y mi aguja delante.