Hoy tenemos el honor de pasar un ratito con Mónica Gassent, Sustainability Consultant. Desde el día que se topó con la Responsabilidad Social durante sus estudios, su objetivo ha sido el siguiente: ayudar a las empresas a asumir su responsabilidad en todos los ámbitos ESG.
En esta entrevista no solo nos cuenta cómo llegó al mundo de la RS o por qué decidió dedicarse a ello, también nos da su perspectiva sobre cómo se encuentra el mundo de la sosteniblidad. Después de haber trabajado para la universidad, empresas privadas y ONG, sumado a sus años de recorrido en el sector, Mónica tiene mucho que compartir con nosotros. No te lo pierdas
¡Bienvenida, Mónica! Empecemos poniendo a nuestros lectores en contexto, ¿nos cuentas en qué tipo de consultoría te especializas?
Soy una persona que siempre responde directamente a las preguntas, pero en este caso necesito contextualizar un poco. Después de estudiar Humanidades, me especialicé en Comunicación Corporativa y Ética Empresarial. Ambas áreas me llevaron a presentar una tesina sobre la comunicación de la responsabilidad social en el año 2006 y desde entonces, he estado trabajando en diferentes tipos de «apoyos» para empresas y organizaciones.
Como profesional, me considero primero filósofa y después «asesora» para empresas. Mi objetivo laboral nunca ha sido vender el tema de la responsabilidad social, sino más bien, ayudar a las empresas y organizaciones a integrarla en su cultura.
Mi lema es: “Reflexiona, reacciona y renueva tu empresa”
La palabra «responsabilidad» proviene del latín y significa «responder». Adela Cortina, que es un referente para mí, vincula esta definición con la idea de que las empresas también son “sujetos corporativos” y no están exentas de dar «respuesta» por las decisiones que afectan a todos los grupos de interés.
En resumen, mi trabajo se centra en ayudar a las empresas y organizaciones a asumir su “responsabilidad + social” de manera auténtica y sostenible. Y en fomentar una cultura empresarial basada en la ética y la responsabilidad hacia la sociedad y el medio ambiente.
Eres experta en sostenibilidad desde hace muchos años, ¿dónde surge este interés?
¡¡¡De una fobia!!! Jajajaja
Siempre supe que era mujer de letras puras, pero en mis pesadillas me veía estudiando o trabajando con números (contabilidad o lo que mi subconsciente ignorante imaginaba en aquella época) que yo asimilaba a que eran cosas vinculadas a empresas.
Pero un día llegó un excelente profesor de filosofía, Domingo García Marza, catedrático de ética empresarial, y me cautivó con sus reflexiones sobre la aplicación de la filosofía (en este caso, la ética y la concreción de la ética empresarial) y cómo podían ayudar las empresas a mejorar el mundo. ¡Pensad que soy del 81 y, en mi generación, creo que fuimos de las primeras en creer que eso de la ecología y el feminismo podría ser una realidad!
Así que, uní mi contexto personal con mis experiencias educativas y pensé que sería un tema apasionante en el que poder trabajar y desarrollar mi carrera profesional….
¿Cómo has vivido la evolución de la filantropía inicial de las empresas, pasando por la RSC, el ESG y lo que más resuena ahora, las empresas con propósito?
Más que vivirlo, lo que he visto es un cambio de palabras utilizadas y una complejidad en el discurso que poco a poco ha ido creciendo y ganando más peso. Sin embargo, en la realidad, creo que a excepción de las grandes empresas, todavía queda por conquistar el discurso y dotar de recursos a las medianas y pequeñas empresas, que al final son la base de nuestro país.
En muchas ocasiones, he mencionado que me da igual cómo una empresa empiece a trabajar en sostenibilidad o en RS, ya sea a través de acciones de filantropía, voluntariado corporativo o con la definición de una política de RS.
Lo importante es que tenga un compromiso real, y por supuesto, cuente con un firme apoyo de la dirección o de los cargos más altos de la empresa o de la organización.
Porque de lo que estamos hablando en esta entrevista es de un proceso de transformación:
- En la filosofía empresarial (¿En qué principios orientan las decisiones que se toman? ¿Son válidos y vigentes?).
- Un cambio en la cultura de la empresa (¿Cómo se hace? ¿Cómo se consiguen los beneficios? ¿A costa de alguien?).
- Y, por supuesto, en la gestión (¿Qué plan y medidas de evaluación se implementan para ser coherentes con todo lo anterior?).
Tu paso por la Universitat Jaume I no es breve, haciendo el Doctorado en ‘Ética y Democracia, estudios orientados a la responsabilidad social’. ¿Te animas a compartir tu mayor aprendizaje?
Si tuviera que destacar una, diría que la importancia de la reflexión crítica y el pensamiento ético. He aprendido que trabajar en sostenibilidad no sólo trata de cumplir con la normativa legal o en hacer acciones de filantropía o patrocinios, sino de tener una visión global de la empresa o de la organización y actuar en consecuencia desde una perspectiva ética y sostenible.
En GB hablamos mucho sobre el propósito, y tenemos curiosidad por conocer el tuyo: ¿Qué te mueve a levantarte por las mañanas?
Pues te diría que todo: soy una persona con mucha vitalidad, con muchas ganas de vivir, de crecer y sobre todo de disfrutar de las cosas que me gustan. Pero profesionalmente, mi propósito es compartir mi propia creencia en la sostenibilidad: ser capaz de explicar y compartir la idea que “la ética es rentable para las empresas”. Una empresa que se “pre-ocupa” por la justicia, la transparencia, el bienestar de sus personas, etc.; no solo mejora su reputación y la relación con la sociedad, sino que por supuesto se traduce en ahorros y beneficios económicos.
La ética o la RS son factores clave para la rentabilidad y el éxito empresarial sostenible.
Si no me equivoco, tu experiencia laboral comenzó en la universidad, trabajando también para una ONG y empresas privadas. ¿Qué te aporta esta mirada tan amplia?
¡Sí es cierto! Empecé mi carrera laboral en la propia universidad, donde descubrí mi pasión por la RS a través de proyectos de investigación y el desarrollo de proyectos en empresas privadas. En ellos pude tocar con mis manos la importancia sobre la eficiencia y la rentabilidad de los negocios.
Luego trabajé en una ONG, especializada en discapacidad intelectual, donde aprendí muchísimo sobre el trabajo en equipo, la empatía y el respeto por la diversidad.
Creo que estos trabajos y otros, que he ido realizando en paralelo, me han aportado una gran riqueza de conocimientos y habilidades, así como una perspectiva global y diversas capacidades de adecuarme a cualquier empresa u organización, independientemente de su tamaño y sector. He aprendido con los años, que cada organización / empresa tiene sus propias fortalezas y debilidades, y que lo importante es adaptarse a cada una para contribuir de manera significativa.
Y también, a trabajar con personas de distintos perfiles, formaciones y bagajes que me han aportado en una profesional más completa y capaz de enfrentarme a desafíos con una visión más integral y colaborativa.
¿Crees que las empresas están lo suficientemente concienciadas sobre su impacto (ESG) o falta madurez? ¿Cómo la conseguimos?
En los últimos años, el discurso está más presente, extendido y compartido que nunca por lo que en mi opinión, hay mayor conciencia por parte de las empresas, de las organizaciones e incluso de las administraciones, de la importancia del impacto social, ambiental y gubernamental, pero aún queda mucho camino por recorrer en este sentido.
Me siento capaz para afirmar que la clave para conseguir una mayor consciencia y madurez está en la educación y en la colaboración. Necesitamos educar sobre los riesgos y oportunidades en sostenibilidad y hacerles ver que esto ya no es una moda o una tendencia, sino que es una necesidad imperante para el futuro de la ciudadanía mundial.
Por otro lado, necesitamos fomentar la colaboración entre empresas, gobiernos, organizaciones y comunidades para compartir conocimientos y buenas prácticas, además de establecer objetivos y compromisos ambiciosos y compartidos
Mónica, cuando dentro de unos años eches la vista atrás, ¿cuál será tu legado? ¿Por qué aportación quieres que te recuerden?
Creo que todos queremos dejar una huella positiva en el mundo y en las personas que nos rodean. Para mí, lo más importante es haber contribuido de alguna manera a mejorar la vida de las personas, ya sea a través de mi trabajo, de mis relaciones personales o de mis acciones cotidianas.
Me gustaría ser recordada como alguien capaz de escuchar, comprender y apoyar a los demás, y con muy buen humor. Por tanto, creo que más que una acción o un logro, mi legado, es una forma de ser: positiva y activa y una manera de actuar responsable en mi entorno.