Decía el escritor estadounidense Eric Hoffer que, en tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe. ¿No le faltaba razón, verdad?
Nosotros compartimos esa visión del aprendizaje como un proceso que no debe concluir al salir de una universidad, sino prolongarse a lo largo de nuestra estancia en este planeta. Renovarse o morir, dicen.
Es más, si traemos esa observación al contexto de falta de oportunidades que vivimos hoy en España, podríamos añadir que los que tengáis una voluntad real de seguir aprendiendo estaréis en disposición de mejorar vuestras aptitudes y adquirir otras nuevas que siempre pueden ser útiles para vuestro trabajo actual o, quién sabe, para conseguir futuros empleos. Hacednos caso, las ganas de aprender os harán destacar en un mercado laboral que se ha vuelto muy oscuro para todos.
La mejor respuesta a esta creciente necesidad de aprender nuevos conocimientos es la proliferación, en los últimos años, de lo que se conoce como MOOCs, las siglas en inglés de Massive Online Open Courses,cursos volcados en la Red por las propias universidades para el uso y disfrute gratuito de todo el mundo, sin límite de plazas ni procesos de admisión. Conocimiento gratis al alcance de todos, vaya.
Así de fácil. Desde tu casa, con el único requisito de un ordenador conectado a Internet, podrás acceder sin coste alguno a los vídeos, presentaciones y demás material de numerosos cursos de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo. Y es que son muchísimas las instituciones educativas que se han sumado ya a esta revolución del ámbito docente. Para nuestra alegría, la “fiebre” por los MOOCs ha iniciado ya su expansión al mundo hispanohablante con el nacimiento de plataformas de cursos en español como Miríada X o UNED Abierta.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. Su gratuidad y la calidad de unos cursos creados con contenidos que se imparten en las propias universidades está fuera de toda duda, pero los expertos son mucho más escépticos respecto a que la formación online pueda ser tan efectiva como la que obtenemos en los cursos presenciales. Las universidades trabajan para fomentar la interactividad de los MOOCs y minimizar esas diferencias que hoy por hoy sigue habiendo entre ambas modalidades de estudio, además de buscar alternativas para ofrecer evaluaciones fiables sobre los progresos de los alumnos y que permitan la emisión de certificados tan válidos como los que nos dan en cursos presenciales.
Porque en estos tiempos de auténtica “titulitis” en el mundo laboral ésa es otra cuestión importante: con los MOOCs saciaremos perfectamente nuestro hambre de aprender cosas nuevas, pero no podemos obtener, por ahora, un certificado de carácter oficial de haber completado un curso ni una evaluación fidedigna y contrastable de nuestros progresos en la materia impartida. En otras palabras- y esto quizás os eche para atrás a algunos-,no son todavía una opción para engordar tu CV.
Si queréis ahondar más en el concepto de los MOOCs y analizar en profundidad sus posibilidades de futuro, virtudes y limitaciones, os recomendamos este completo análisis realizado por Sergio Luján, profesor de la Universidad de Alicante. Nosotros nos vamos a centrar mejor en ofreceros una selección con las plataformas web que ofrecen ya cursos gratuitos. Toma buena nota porque seguro que encuentras multitud de MOOCs relacionados con tu disciplina de estudio que te pueden resultar interesantes. ¡Ahí van algunos nombres!
Nacida de la mano de Universia y Telefónica Learning Services, esta plataforma pone a disposición de los profesionales docentes de las más de 1.200 universidades iberoamericanas que forman la Red Universia un espacio común para ofrecer al mundo estos cursos abiertos gratuitos. Es, como aquel que dice, un proyecto recién salido del horno: cuenta con apenas un mes de andadura y sus primeros cursos empiezan a ofrecerse esta misma semana.
En solo dos semanas, Miríada X conseguía alcanzar los 40.000 usuarios y un total de 70.000 inscripciones en los primeros 58 cursos anunciados. A la espera de que el abanico de cursos vaya creciendo, en Miríada X podemos encontrar ya programas de estudio de todo tipo de materias: desde las ciencias de la salud a la historia, pasando por las nuevas tecnologías, las matemáticas, la psicología o los idiomas. Entre ellos, se pueden encontrar cursos de la UNED, que cuenta también con su propia plataforma de MOOCs, UNED Abierta.
A vosotros, que buscáis trabajo en el extranjero, seguro que os parece interesante este curso de nociones básicas de alemán para hispanohablantes. Comienza el 4 de marzo y tendrá una duración de 6 semanas.
¿Cómo te puedes inscribir en esos cursos? Muy fácil. Solo tienes que crear una cuenta gratuita en Miríada X, después buscar los cursos que te interesen y pulsar en “Inscribirse” para tener acceso ya a la home del curso en cuestión, su programa, su material de estudio y su foro de debate.
El tema de la certificación de los cursos sigue siendo un asunto pendiente. Por ahora, Miríada X enviará un correo electrónico con un documento no oficial de reconocimiento a todos los estudiantes que hayan hecho un seguimiento superior al 80% del total del curso. Conseguir que estos cursos sean premiados con una acreditación oficial es un paso más complicado. El objetivo de Miríada X es llegar a un acuerdo con universidades y agencias evaluadoras de calidad para poder emitir próximamente un certificado con mayor validez. Como os podéis imaginar, eso implicaría un análisis más profundo, con la verificación de la identidad de los participantes y la realización de algún tipo de control por parte de las universidades de los progresos de los alumnos. Esperamos novedades en este sentido.
En la misma línea que Miríada X se mueve Wedubox, otro portal con contenido plenamente en castellano. De hecho, podemos considerarlo el pionero en nuestra lengua, ya que comenzó su actividad unas semanas antes que la propia Miríada X. Su plataforma ofrece a los profesores del ámbito iberoamericano la posibilidad de volcar sus cursos con contenidos escritos y audiovisuales, además de instrumentos de evaluación para que el alumno vaya comprobando sus progresos. Como atractivo añadido, Wedubox pretende premiar a los profesores cuyos cursos tengan un mayor seguimiento y mejor valoración con el pago de unas regalías que están aún por definir.
Por el momento, a la espera de seguir creciendo con nuevo material, Wedubox ofrece a sus usuarios apenas tres cursos: Modelado 3D Básico, un seminario sobre Cloud Computing y un curso de economía y finanzas. Ojo, en Wedubox no todos los cursos son gratuitos, la fijación de un precio o no depende de la voluntad del profesor que lo desarrolle. El registro en el portal sí es gratis y muy sencillo, puedes hacerlo a través de tus cuentas de Facebook, Google+, Twitter o LinkedIn.
Con Coursera pasamos a abordar ya los portales de MOOCs en lengua inglesa. Desde 2011, esta plataforma aglutina cursos de más de una treintena de universidades, la mayoría en Estados Unidos –Princeton, Stanford, Columbia, Duke- y a las que se suman algunas otras como las de Londres, Edimburgo, Melbourne o la Escuela Politécnica de Lausana.
Sus creadores son dos profesores de la Universidad de Stanford que presumen, y no sin razón, de haber llegado al primer millón de usuarios en menos tiempo del que tardó Mark Zuckerberg con Facebook.
Hoy por hoy, Coursera es uno de los referentes en este ámbito a nivel mundial: mientras se escriben estas líneas roza ya los 2.500.000 usuarios y ofrece más de 200 cursos de todo tipo de disciplinas, la inmensa mayoría en lengua inglesa, pero también alguno en francés y en castellano.
La metodología de los cursos, un carácter distintivo de Coursera, ha sido bautizada por sus creadores como “clase invertida”. Los alumnos visualizan vídeos explicativos colgados por los profesores sobre un determinado tema, para después interactuar en foros con otros estudiantes y resolver los ejercicios planteados por los expertos.
En cuanto a la temática de estos cursos, el abanico de opciones es variadísimo: nutrición equina, introducciones a las finanzas o la filosofía, programación informática, neurociencia, historia, etc. El registro en Coursera, único requisito para formalizar la inscripción en sus cursos, es igual de sencillo que en el resto de plataformas que os venimos comentando y no te llevará más que un par de minutos.
¿Crees que cursar estudios en el Massachusetts Institute of Technology o la Universidad de Harvard es solo posible en tus sueños? Quizás sea así, pero en ese caso siempre te quedará la posibilidad de realizar uno de los MOOCs que estos auténticos tótems de la docencia a nivel mundial ofrecen a través de edX.
Ambas instituciones han puesto sobre la mesa 30 millones de dólares con el objetivo de lograr una plataforma en la que volcar sus cursos para que éstos sean disfrutados más allá de sus campus y accesibles a todo el mundo.
Los primeros cursos, dedicados todos ellos a disciplinas técnicas, se desarrollaron el otoño pasado. Con el paso de los meses se han incorporado al proyecto otras universidades: Berkeley, Georgetown, Texas y Wellesley. Su catálogo alcanza hoy un total de 24 cursos, la mayor parte de ellos centrada en ciencias y disciplinas técnicas, aunque hemos encontrado alguno sobre la Grecia clásica o de filosofía.
Como buenos MOOCs, los impartidos a través de edX son gratuitos, permiten un aprendizaje a tu ritmo y el mantenimiento de un debate online entre los suscriptores sobre el temario. Sus impulsores aseguran además que el modelo irá un paso más allá del estándar de educación online, mayoritariamente basado en el contenido audiovisual, para ofrecer una experiencia plenamente interactiva a sus estudiantes.
Respecto a la certificación de los cursos, edX adelanta que sus usuarios podrán solicitar, a cambio de una tarifa que califican como “modesta”, la expedición de un documento no oficial en el que se reconozca que se ha seguido y superado el programa de estudio.
Con la premisa básica de que la educación de alto grado debe ser considerada como un derecho humano básico más, Udacity anima a los internautas a tomar parte en los cursos MOOC que ésta ofrece en su sitio web.
Se dirige a tres usuarios potenciales: el estudiante de instituto que quiere adelantarse a la universidad con cursos propios de ese nivel, el universitario que desee realizar cursos que no puede tomar en su propio centro de estudios y a los profesionales que busquen nuevos conocimientos y potenciar sus aptitudes.
Como el resto de plataformas que venimos comentando, Udacity apenas acaba de echar andar, por lo que su oferta de cursos aún no es muy variada: por ahora no hay disponibles más que una veintena larga –separados en tres grados de dificultad, desde principiante a experto- y las disciplinas se reducen a la informática, la física, las matemáticas y los negocios.
En cualquier caso, y a la espera de que el catálogo vaya creciendo, Udacity nos propone cursos muy interactivos. Sus vídeos explicativos pretenden alejarse del tradicional monólogo del profesor de turno –los sermones han muerto, aseguran en su web- para apostar por un aprendizaje más fácil y ameno, en el que también tienen cabida los debates entre usuarios sobre los contenidos.
Todo muy similar a lo que os hemos contado antes Coursera, salvo por un detalle principal: Udacity no llega a acuerdos con universidades, sino con expertos docentes de manera individual. Es decir, los cursos son promovidos en este caso por profesores a título personal, no por universidades. Por lo que respecta al certificado de que has superado el curso, más lo mismo, se trata de un documento sin validez oficial. (Sniff).
Desde hace ya algunos años, la prestigiosa Universidad de Stanford exporta al mundo a través de esta plataforma cursos online gratuitos estructurados con los propios contenidos que se imparten en su campus. Lo hace con el impulso de Sequoia Capital, la firma de capital riesgo que estuvo detrás también del lanzamiento en su día de auténticos gigantes de Silicon Valley como Google o Yahoo.
Hoy en día, en Stanford Engineering Everywhere (SEE, para los amigos)se pueden encontrar una docena de cursos en inglés sobre ingeniería informática, inteligencia artificial y programación. Los contenidos están disponibles en formato descargable –via torrent o iTunes- y también en streaming, con la posibilidad además de consultar todos los vídeos que forman parte de sus estudios en el canal de Stanford en YouTube.
Como sucede en casos anteriores, en SEE no existe interactividad con los profesores, las soluciones a los tests vienen incluidas en el propio material del curso. A diferencia de otros, los cursos de Stanford no tienen fecha de principio ni final, tampoco requieren de un registro previo: son, simplemente, contenidos que están ahí volcados para ser consultados cuando se desee. Para más información sobre estos cursos, os recomendamos que leáis la sección de FAQ en su sitio web.
¿Has echado ya un vistazo a estas plataformas de MOOCs? Seguro que encuentras un montón de cursos gratuitos sobre temas relacionados con tu campo profesional o, por qué no, aspectos que no pudiste cursar en la universidad y que te interesan por el simple placer de aprender cosas nuevas. Ten en cuenta además que el fenómeno de los MOOCs apenas acaba de dar sus primeros pasos, no cabe duda que el número de portales y universidades que los ofrecen se irá multiplicando exponencialmente en los próximos meses y años. Dinos, ¿conoces alguna plataforma de MOOCs más allá de las que hemos expuesto? ¿has participado ya en algún curso? ¡Esperamos opiniones!