Noviembre, cierre de año a las puertas. Hace tiempo pensabas que era posible conseguir los objetivos. Pero ya no. Porque no eres capaz de mejorar la aportación de muchas personas.
Un año más te invade la impotencia, no sabes qué más hacer. Te mueves por intuiciones y estas te han llevado a un desajuste entre la estrategia y la capacidad real de tu empresa.
¿Te pasas el día cubriendo las carencias de tu equipo? ¿Sientes que inviertes tiempo en labores que no te corresponden? ¿Tus managers colaboran mal y no están alineados? Del 1 al 10, ¿cuánto te sigue tu gente?
La importancia de ser el equipo correcto
Nunca ha sido tan relevante ser el equipo correcto para cumplir con tu estrategia. Porque en un momento en el que la adaptabilidad es imprescindible, si nos cruzamos con una oportunidad, esta se choca con la posibilidad de no tener al equipo adecuado para aprovecharla.
Seguramente habéis demostrado que sois capaces de hacer muchas cosas bien y tenéis una credibilidad en el mercado que os permite crecer. Pero esa credibilidad no es suficiente si no tienes un equipo capaz de entregar lo prometido.
Retos a los que nos enfrentamos
El contexto ayuda poco. Nos movemos en medio de un desajuste demográfico: nos faltan personas para cubrir puestos, tanto de baja como de alta cualificación.
A este quebradero de cabeza sumamos un incremento grande en el absentismo, con más bajas que nunca.
Así que nos dejamos mucho de nuestro potencial por el camino. Y esto significa que conseguimos menos, que no avanzamos a la velocidad a la que podríamos avanzar.
En ocasiones siento que todo cae sobre mis hombros, que solo unos pocos me ayudan a tirar del carro y me siguen. Es ahora cuando siento la famosa soledad del CEO.
CEO de una empresa industrial.
Primeras reflexiones
Si las primeras líneas de este artículo han resonado contigo y has llegado aquí, vamos a compartir contigo otras ideas:
1. Los desequilibrios en el equipo pueden ocurrir a todos los niveles. Responde a las siguientes preguntas: ¿Mis directores me aportan lo que me tienen que aportar? ¿Entienden lo que se espera de ellos? ¿Colaboran bien entre ellos? ¿Son una buena guía para los managers? ¿Generan los managers un ambiente de trabajo adecuado o provocan esas situaciones que generan bajas y rotación?
Como puedes observar, todos los niveles de responsabilidad influyen en la capacidad de crecimiento de la empresa. Por eso necesitamos entender qué es ser el equipo correcto y qué no lo es.
2. ¿Tenemos profesionales que nos hacen mejores? ¿O tenemos personas predecibles que cubren los mínimos? ¿Tu gente tiene ganas de colaborar, de trabajar de una forma más organizada? ¿Las personas que te rodean tienen el foco en ayudarse, en hacerse mejores, o en agradarte a ti?
3. ¿Crees que las personas tienen confianza contigo para decirte lo que realmente sienten y lo que piensan?
4. ¿Cuánto tiempo pasan tus directores comportándose como directores? ¿Y cuándo actuando como otra cosa? ¿Qué responsabilidad tienes tú en esto?
5. ¿Generas confianza en tu equipo? ¿Confían en ti, en tu criterio?
Siguientes pasos
Si las respuestas a estas preguntas te hacen pensar que no sois el equipo adecuado. Si no quieres un 2025 que repita los fracasos de 2024. Si necesitas soluciones y una hoja de ruta pero no sabes por dónde empezar… Te recomendamos descargar nuestro paper haciendo clic en este enlace para dimensionar cómo de lejos estáis del equipo correcto.
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