Artículo escrito por Karla León

Sabemos que una empresa multicultural, que se forma con personas que cuentan con diferentes experiencias y creencias, es mucho más rica en herramientas para enfrentarse al mercado. ¿El motivo? Muchos puntos de vista que permiten resolver diferentes situaciones. Por otra parte, también resulta un lugar más atractivo donde el talento quiere trabajar y desarrollarse.

Sin embargo, aún podemos encontrar entrevistas laborales que se plantean de una forma errónea con preguntas que, legalmente, no están permitidas y si queremos construir una compañía adaptable y con proyección a futuro, no deberíamos hacer.

Toda pregunta en una entrevista laboral relacionada con la edad, las creencias (políticas y/o religiosas), la orientación sexual, los planes de vida (privada) del candidato… vulnera el derecho a la intimidad y la igualdad con el que contamos y que se defiende en la Constitución Española.

Hay que recalcar que las personas no tienen ningún deber a responder esta clase de preguntas, y, de hecho, en ese instante pueden dar por terminada la conversación.

¿Qué supone esto?

Perder la oportunidad de detectar y contar con talento imprescindible para alcanzar los objetivos que nos propongamos. Pero, además, nuestra imagen como compañía integrada y con visión de futuro quedaría dañada frente a otros candidatos y partners.

Entonces, ¿cómo enfocamos las entrevistas laborales?

Rompiendo mitos: soft skills ≠ edad, cultura, nacionalidad…

Aún hay ciertas asociaciones que se hacen de forma incorrecta, como considerar tener cierta condición o creencia y el tener (o no) necesariamente alguna habilidad o competencia. Situaciones como asumir que por ser de un sexo u otro no serías capaz de realizar un trabajo o que podrías desestabilizar la forma de trabajo por un embarazo, es erróneo, como se ha podido comprobar a través del tiempo y las experiencias.

Abriendo la mente: paso a paso

Sin embargo, no solo hay que aclarar este tipo de confusiones en la teoría, sino igualmente en la práctica. Es decir, vivir o ver por uno mismo que nada relaciona las características de la personas con su forma de trabajar y desarrollarse. 

Para ello, hay que poner en marcha diferentes técnicas que nos permitan ver todas las capacidades y competencias que poseen y van desarrollando, tanto los colaboradores que ya forman parte de nuestra familia como aquellos a los que entrevistamos. Esto comprobará si cuentan con esos puntos clave que necesitamos para desarrollar las funciones que hemos planteado de forma objetiva.

Soft skills con preguntas y entrevistas de trabajo adecuadas

Hay diferentes herramientas que nos permiten ver con claridad si el candidato es el adecuado para la posición que buscamos, sin caer en estereotipos ni irrumpir en su vida personal con preguntas poco efectivas (e ilegales). Por ejemplo: los test de personalidad, los assessment center, etc.

Una de las más sencillas de aplicar son las entrevistas por competencias. A través de éstas tendremos la posibilidad de evaluar las habilidades de los colaboradores o potenciales colaboradores. Mediante las preguntas adecuadas, centradas en la experiencia profesional de las personas a las que entrevistamos, podremos saber si podrán afrontar la posición que tratamos en ese momento. También nos permitirá darle un feedback claro a lo largo del proceso e incluso detectar necesidades que no sabíamos que teníamos como organización.

Descubre qué preguntar en una entrevista de trabajo como entrevistador

En definitiva, con el tiempo hemos podido ver qué hacer preguntas intrusivas y poco éticas no tienen en realidad una eficacia real, sino que, por el contrario, puede ser perjudicial a la hora de atraer el mejor talento para nuestra organización.

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