Cuando por fin tomas la valiente decisión de convertirte en una empresa B Corp, la ilusión y la incertidumbre están muy igualadas. Tienes ganas de demostrar el impacto positivo que tiene tu empresa en el mundo, de pertenecer y compartir con la comunidad, conocer gente nueva… pero por otro lado también dices: ¿y ahora qué me espera?
Ser B Corp es…
- Ser una empresa que cumple los más altos estándares de desempeño social y ambiental, a través de la transparencia, la responsabilidad y la sostenibilidad.
- No buscar solo el beneficio económico, sino también el bienestar de todo aquello que lo rodea.
- Tener una gran responsabilidad con el planeta, las personas y la gobernanza, lo que se suele llamar triple impacto, o ESG.
Ser B Corp es, en definitiva, y en sus palabras:
aspirar a ser las mejores empresas, no del mundo, sino para el mundo.
¿Por qué decidimos apostar por la certificación B Corp?
Para nosotros, la certificación suponía una guía para mejorar por el camino. Tras el cambio en la Dirección General, la definición de una nueva estrategia, el descubrimiento de Capitalismo Consciente… lo sentíamos como un paso lógico.
Lo importante para nosotros era conseguir definir nuestro legado, cómo íbamos a conseguir aportar a las generaciones presentes y futuras, y cómo seríamos capaces de dejar huella.
Si lo puedo imaginar, es posible.
Esa fue nuestra postura, no había tiempo que perder.
El despegue
2022 lo empezamos pisando fuerte, no era para menos porque cumplíamos nuestra primera década. Uno de los pasos más importantes que dimos fue construir nuestro propósito y redefinir nuestros valores.
Construir organizaciones donde la gente se identifique, se sienta bien y dé su mejor versión.
Excelencia · Adaptabilidad · Compromiso · Integridad · Inconformismo
Pero para cumplir ese propósito debíamos ser coherentes y comenzar a limpiar la casa por dentro, no por el jardín. Para ello:
- Metimos caña a la experiencia del empleado, contando incluso con una figura.
- Mejoramos la gobernanza de nuestras personas.
- Priorizamos generar un impacto positivo en nuestros clientes, la comunidad y el medio ambiente.
Para todo ello, DoGood, nuestra empresa hermana, fue un gran aliado en la concienciación y creación de nuestra cultura sostenible.
Volando entre las nubes
Después de dar nuestros primeros pasos y hacer la evaluación inicial, era momento de ponerse manos a la obra. En abril de 2022, nuestra consultora y – compañera de viaje – Esmeralda, involucró a todo el equipo en una primera sesión.
Desde entonces todo fue trabajo duro, no te vamos a engañar:
- Cambiamos nuestros estatutos.
- Introdujimos mejoras a todos los niveles.
- Aumentamos la transparencia.
- Optimizamos el consumo energético.
- Incorporamos nuevos proveedores…
Y en octubre de 2022, presentamos nuestro expediente. Fue un verano con papeles de aquí para allá (en realidad emails, pero no queda tan romántico); llamadas hoy sí, mañana también; lluvias de ideas… pero el cariño con el que lo recordamos no nos lo quita nadie.
Las turbulencias
Menos mal que Esmeralda no era la primera vez que pilotaba el avión. La época de auditorías son días raros, raros. Ves cómo los puntos suben y bajan, piensas: ¿qué más estoy haciendo que todavía no se me ha ocurrido contar? Y siempre se te ocurre, o aprendes para el año siguiente.
Conseguir la certificación se puede definir de una manera muy sencilla en dos palabras: “mejora continua”.
El aterrizaje
Tras casi año y medio de duro trabajo, de evangelización, mejoras y cambios, el 30 de mayo de 2023 logramos la certificación B Corp con 81,9 puntos.
Ya te hemos contado por qué elegimos ser una empresa con propósito, y también cómo lo conseguimos. Para seguir cumpliéndolo, divulgaremos como hemos hecho hasta ahora. Nuestro objetivo es ayudar a otras empresas a ser más conscientes y responsables.
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