El desarrollo organizacional es el análisis de la empresa en su totalidad. Sirve como herramienta para obtener información y así poder preparar una estrategia que favorezca la consecución de los objetivos.
En palabras de El Blog Salmón, el desarrollo organizacional es un examen completo y constante de «sus departamentos, sus productos y servicios, sus procesos de fabricación y de formulación de los servicios, su infraestructura y sus recursos, tanto personales y financieros».
Técnicas de desarrollo organizacional
Existen varias técnicas de desarrollo organizacional. La elección de unas u otras dependerá del tipo de empresa, los objetivos, los recursos disponibles y la predisposición de las partes. Las técnicas de desarrollo organizacional más habituales son las siguientes.
Preguntar al empleado
Recoger el feedback de los trabajadores con sus motivaciones y propósitos es esencial para conocer el estado de salud de la organización. Existen formas muy diversas de obtenerlo: fomentar las conversaciones de tú a tú entre mánagers y equipo, realizar encuestas de calidad, implantar un buzón de sugerencias en plantas industriales u oficinas, concursos de ideas… La revisión de horarios, salarios, estilos de liderazgo o vestimenta, por poner varios ejemplos, será más efectiva si contempla la opinión de la plantilla.
Impulsar el trabajo en equipo y la motivación
Cuidar la selección de personas nos ayudará a formar equipos equilibrados, con competencias adecuadas a nuestra realidad. Formar a los mánagers en liderazgo y gestión de equipos será imprescindible para una buen manejo de las personas y ayudará a motivar y alinear a los trabajadores en un propósito común. Cuidar estos aspectos contribuirá a mejorar la eficacia de la organización.
Evaluar la calidad y la satisfacción de los stakeholders
Es altamente recomendable formar un grupo de trabajo que evalúe la calidad de los encargos o proyectos en los que la empresa esté trabajando. De esta forma siempre prestaremos atención al control de las entregas que realizamos.
Al mismo tiempo, debemos mantener conversaciones con nuestros principales públicos (empleados y clientes) para conocer su grado de satisfacción. Es lo que se conoce como NPS.
Implementar la «Teoría Y»
Fomentar un estilo de liderazgo que una el propósito del equipo con el de la empresa buscando su satisfacción y su compromiso con el proyecto ayudará a alcanzar los objetivos de la organización.
Definir objetivos, métricas y recompensas
Con esta técnica, tanto gerentes como empleados se sientan para establecer de forma conjunta objetivos comunes definiendo las responsabilidades y los resultados que se esperan de ellos. Además, se establecen también KPIS para medir el cumplimiento de los objetivos y recompensas para aquellos que los alcancen y superen.
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