Eres el CEO de la segunda o tercera generación de una empresa familiar. Con mucho mérito y sorteando todo tipo de dificultades habéis llegado hasta hoy. Y hay días en que no sabes cómo seguir. Tranquilidad. ¡Hay solución! Tienes dentro lo que necesitas activar, pero aún no te has dado cuenta. Hoy vamos a enseñártelo.

Un contexto complejo

Quizá lidias con un equipo dividido en dos: el primer grupo está compuesto por los veteranos, los que añoran los tiempos del abuelo y rememoran ‘su leyenda’. Y el segundo, que se ha incorporado recientemente, aporta la profesionalización que necesitáis y tiene una concepción diferente sobre el trabajo. Y vamos a decirlo también, unas expectativas más altas. 

O es posible que la profesionalización sea una realidad y hayáis superado importantes hitos para ser más competitivos, como contar con un Protocolo Familiar (aunque según un estudio impulsado por el Instituto de la Empresa Familiar, la Red de Cátedras de la Empresa Familiar y Banco Santander en 2018 solo el 11,3% de los encuestados contaba con un protocolo familiar por escrito).

En cualquier caso, el día a día a veces no acompaña. Porque la presión por mantenerse y crecer es la misma que en otras organizaciones, pero el viento no siempre sopla a favor: comités de dirección desalineados o a veces ocupados por personas de confianza (no por las que necesitas); falta de colaboración; mandos que no consiguen lo mejor de sus equipos; conflictos entre los propietarios: la información que no fluye; grandes tensiones en momentos de relevo generacional; no encontrar talento adecuado para puestos clave; incluso intromisiones de la familia

¿Reconoces una o varias de estas situaciones? Sin duda las más de un millón de empresas familiares que existen en España según el IE Familiar conviven con circunstancias complicadas. Pero también cuentan con excelentes cualidades. Y esta es la baza que tienes que jugar.

¿Cuál es la ventaja competitiva de las empresas familiares?

Se ha escrito mucho sobre el perfil de las empresas familiares. Pero vamos a ir al grano. Para conseguir que vuestro rendimiento sea potente tenéis que volver a vuestra esencia. Si hay dos cualidades que os van a ayudar a ser más eficaces y que están a vuestro alcance son las que impulsaron a la primera generación: el espíritu emprendedor del fundador, su ímpetu, y un aspecto más emocional: su liderazgo cercano.

Un liderazgo cercano

Hagamos una resonancia magnética: ¿cómo es hoy vuestro liderazgo? Los que vivieron etapas anteriores aún lo recuerdan: “Antes don Manuel se paseaba por la fábrica, tenía conversación con todos e incluso sabía cómo se llamaban tus hijos. Se preocupaba por nosotros. Todo eso se ha perdido”. El equipo sentía una conexión con el líder, tenía una percepción de vínculo, de pertenencia que no necesitaba de valores escritos en vinilos porque era real, porque se palpaba. 

Primera oportunidad: rescatar algo innato en vosotros, eso que lleváis dentro y que os ayudó a llegar hasta donde estáis ahora.

El espíritu emprendedor

Y llega la segunda oportunidad: cultivar el emprendimiento. Porque fomentar el inconformismo, la mirada atenta de quien constantemente busca nuevas oportunidades, prueba, itera y pivota… ¿Qué puede traeros el emprendimiento? Pues innovación, evolución, hambre por ser mejores y por crecer.

¿Y cómo os llevamos a este punto desde Grupo Binternational? 

Te contamos todo esto por nuestro bagaje trabajando con empresas familiares. Cada una diferente, con sus circunstancias. Como nuestra forma de acompañaros: entendiendo vuestro contexto para que hagáis cambios que sirvan. Con intervenciones cortas y resultados rápidos. ¿Te identificas con lo que acabamos de contarte? Contacta con nosotros.