La identidad corporativa son las características, valores y creencias que definen a una empresa y permiten diferenciarla del resto. La razón de ser, para qué existe, qué aporta o los comportamientos que nos representan y queremos ver. En definitiva es una visión compartida y un compromiso mutuo. Y estas son las reflexiones que llevamos a cabo a la hora de definirla.
La manera más sencilla de entender la identidad es comparándola con el ADN. La identidad es el ADN de una empresa, y las variaciones que hay en este son las que determinan los rasgos únicos de cada compañía. Estas diferencias son las que cuentan la historia de la organización, definen su funcionamiento e incluso su estética.
Antes de entrar en materia de identidad, vamos a hacer la distinción de algunos conceptos básicos para que sea más fácil seguir el hilo:
- Propósito: el porqué de nuestra existencia como organización.
- Misión: qué hacemos como empresa.
- Visión: dónde nos queremos ver a largo plazo.
- Valores: cómo se comporta una organización.
El propósito como el eje de la compañía
El propósito empresarial es la razón de ser de una empresa. Es una frase que da respuesta a la siguiente pregunta:
¿Para qué ha venido mi organización al mundo?
Hay aspectos como por qué se ha creado la empresa que se deben responder aquí, teniendo en cuenta que el beneficio económico es una condición necesaria para que la organización funcione, pero el propósito va más allá. Como bien dicen en Ferrer for good “Nuestro negocio no es un fin en sí mismo, sino un medio para generar cambios sociales sustanciales”.
¿Qué hacemos para tener un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente?
¿Cómo estamos contribuyendo a nuestros stakeholders? ¿Y a la comunidad?
¿Cuál es el legado que estamos dejando en el mundo?
Misión, visión y valores completan la identidad
Ya sabemos qué es el propósito de una empresa pero esto no es todo. Hasta hace unos años, de lo que más se ha hablado es de “Misión, Visión y Valores”, seguro que te suenan más estos conceptos e incluso ya tienes en mente ejemplos muy claros.
- La misión ayuda a la organización a guiarse de manera interna integrando el propósito en el día a día.
- La visión es a lo que aspiramos y plantea cómo todas las personas de la organización trabajan para mantener la misión a largo plazo.
- Los valores definen el comportamiento y el estilo de trabajo de la empresa. Están presentes en el día a día y se mantienen conversaciones y se presentan ejemplos para reforzarlos de manera constante. Son los que facilitarán la toma de decisiones, la actitud y la motivación de las personas. Por ejemplo, unos de los valores de Grupo Binternational es “Adaptabilidad” y siempre lo tenemos en cuenta cuando nos enfrentamos a una situación inesperada.
Te habrás dado cuenta de que la unión de los valores con el propósito y acompañados de la misión y la visión, hacen un equipo imparable. Esto es algo muy potente que se traslada a todas las personas que forman parte de la plantilla.
¿Por qué definimos una identidad corporativa?
Aunque no es sencillo definir la identidad de una empresa es una piedra angular ya que. bien ejecutada, sirve para enganchar internamente a un equipo altamente comprometido y para diferenciarnos ahí fuera. Aquí puedes ver un ejemplo real, el nuestro.
Los siguientes pasos tampoco son ningún paseo: hay que transmitirla a todas las personas con las que se colabora para que sea el motor que las mueva cada día y para que las ayude a cumplir sus objetivos. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa, te contamos algunos de los beneficios de contar con una identidad bien definida.
Conócelos más a fondo en nuestra guía “La importancia del propósito empresarial. El potencial de que los empleados se identifiquen con él”.
- Es rentable. Además de facilitar una estructura empresarial más eficiente donde las personas están comprometidas, también da pie a que los stakeholders externos lo tengan en cuenta a la hora de elegirnos, ya sean clientes o inversores.
- Atrae, fideliza y motiva al talento. Cada vez más, las personas necesitamos sentir afinidad entre nuestros propios valores y los del lugar en el que trabajamos. Entran en juegos términos como el vínculo y orgullo de pertenencia, el salario emocional, el engagement del que hablábamos anteriormente, el compromiso personal de los empleados con la sociedad y el planeta…
- Aporta claridad estratégica en todas las áreas. Uno de los beneficios más claros es la facilidad en la toma de decisiones cuando todos los empleados se encuentran en la misma línea de pensamiento.
- Mejora la reputación: genera confianza y compromiso. Gracias a la transparencia y la cercanía, los escándalos y problemas tanto internos como externos disminuyen razonablemente. La mejora se muestra en la lealtad, las reviews y las referencias personales.
- Diferencia de la competencia. Las personas elegirán una marca con la que se sienten identificadas antes que una que no les ofrezca nada más allá de la actividad comercial.
En Grupo Binternational acompañamos, con una mirada externa, a empresas valientes en la creación de una identidad que enganche y potencie los comportamientos que queremos en nuestro equipo. Y que además impregne tanto los mensajes internos como los que queremos comunicar fuera. ¿Te contamos cuál es el mejor planteamiento en tu caso? ¡Hablamos!