La jornada intensiva o jornada continua es aquella que se realiza sin pausas prolongadas durante el horario de trabajo. 

Cuando lees eso puedes pensar “vaya faena trabajar tantas horas seguidas sin descanso”. Pero aquí entra en juego el artículo 34.4 del Estatuto de los Trabajadores, por el que un empleado tiene derecho a 15 minutos de descanso si se trabaja más de 6 horas. Este break, según el Estatuto, cuenta como tiempo efectivo de trabajo, y si la propia empresa quisiera ofrecer más estaría en su derecho. 

«Siempre que la duración de la jornada diaria continuada exceda de seis horas, deberá establecerse un período de descanso durante la misma de duración no inferior a quince minutos. Este período de descanso se considerará tiempo de trabajo efectivo cuando así esté establecido o se establezca por convenio colectivo o contrato de trabajo»

Tipos de jornada intensiva

A medida que se acerca el verano cada vez se oye más el término “jornada intensiva” o “jornada continua”, pero muchas empresas cuentan con ella también el resto del año. ¿Cómo lo hacen?

  • Lo habitual es tener un horario de 8:00 a 15:00 durante los meses de verano. 
  • De 8:00 a 16:00 si es todo el año.
  • O de 9:00 a 15:00 los viernes habiendo recuperado esas dos horas que faltan durante la semana. 
  • Jornada intensiva los viernes: algunas empresas prefieren conceder la jornada continua los viernes. Generalmente se trabaja de mañana y tarde de lunes a jueves pero el viernes el horario es de 8:00-14:00 o de 9:00 a 15:00. Si se te dan bien las matemáticas, verás que son 6 horas de trabajo en vez de 8. Estas se suelen recuperar en intervalos de media hora de lunes a jueves, sumando esas 2 horas restantes
  • Jornada intensiva de verano: es la más conocida y se suele ofrecer en los meses de julio y agosto. Algunas empresas como beneficio la adoptan desde el 1 de junio al 30 de septiembre o del 15 de junio al 15 de septiembre. El horario habitual en esta jornada es de 8:00 a 15:00, es decir, 7 horas al día. Estas horas que se “pierden” durante el verano se pueden recuperar el resto del año
  • Jornada continua durante el año: este tipo de jornada depende del convenio establecido por la organización. La idea es trabajar durante 8 horas cada día pero sin pausas largas. Los horarios más comunes oscilan de las 7:00 a las 16:00, pudiendo trabajar de 7:00 a 15:00, de 8:00 a 16:00 o cualquier variación de las anteriores. Es habitual que si se trabaja hasta las 16:00 se permita hacer un pequeño descanso en horario de comida. 

Beneficios de la jornada intensiva

descanso
  • Lo más llamativo de este tipo de jornadas es la conciliación profesional con la vida personal. Estos horarios te permiten poder descansar después de la jornada de trabajo y tener tiempo libre para dedicar al ocio, la familia, etc.
  • El poder dedicar toda la tarde a hacer actividades que no tienen que ver con el trabajo posibilita una mayor desconexión. Aunque “recargar las pilas” sea un decir, en este caso es una realidad. 
  • La productividad y la motivación aumentan al llegar a trabajar descansados. El hecho de no estar ocupados por las tardes también ayuda, ya que se realizan todas las tareas “del tirón” en vez de hacer numerosos descansos que suponen una pérdida de tiempo. 
  • La jornada intensiva sobre todo los viernes y en verano, supone que mejore la salud mental del empleado pudiendo dedicar el fin de la semana laboral y las calurosas tardes de verano a disfrutar.
  • También se reduce el absentismo por todas las razones dadas anteriormente. 
  • Aunque no esté tan relacionada con la empresa, el hecho de contar con este modelo de trabajo implica mejorar la economía. Esta persona puede ampliar su ocio y por lo tanto invertir su dinero en otras actividades que reactiven la economía

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