¿Has notado una falta de compromiso en tus trabajadores respecto a sus funciones? ¿Alguno de tus empleados te ha dicho “ya basta”?
La pandemia nos trajo la tan sonada Gran Renuncia, por la que alrededor de 38 millones de trabajadores de EE.UU. decidieron dejar sus puestos de trabajo. No cumplir con las expectativas de experiencia del empleado, por no ofrecer trabajo a distancia o sobrecargando con tareas, se ha convertido en algo inaceptable.
Pero ahora el término que más se oye no es “Gran Renuncia”, sino “Renuncia Silenciosa”. Esta consiste en que el empleado se propone hacer solo y únicamente las funciones que se le asignaron en su contratación. Por ejemplo, ¿qué pasa si otro departamento necesita ayuda? El empleado no acepta porque al final del día tendrá que quedarse más tiempo realizando las funciones que ha dejado de lado.
¿Es esto culpa de la “vagueza” de los empleados? ¿Deberían hacerse responsables las empresas por no definir bien las responsabilidades? ¿Pasa esto cuando un empleado se identifica e implica en el proyecto? ¿Pasa cuando hay compromiso?
¿En qué consiste la Renuncia Silenciosa?
La idea detrás de la Renuncia Silenciosa es evitar hacer horas extras en el trabajo para poder tener una mejor conciliación de la vida laboral y personal. Existen varias perspectivas para entender este concepto:
- El trabajador vela por su salud mental y su derecho a la desconexión laboral.
- Otras veces aparece el término “calientasillas” y se hace referencia a aquellos empleados que no tienen interés por aportar ese extra que a veces hace falta.
La verdad es que es un tema muy complicado porque aquellas personas que hacen su trabajo dentro del horario laboral gracias a una buena planificación de sus tareas, son capaces de apoyar al resto del equipo. Pero para esto hace falta un gran compromiso y una dotes organizativas y de priorización excelentes. ¿Aplicaría a ellos la Renuncia Silenciosa?
Lo que sí sabemos es que una mala definición de responsabilidades lleva a que los empleados terminen haciendo horas extras (muchas veces no remuneradas) y a que sean incapaces de desconectar. Quizás estas personas deben tener conversaciones con sus superiores para conseguir una carga de trabajo adecuada y sobre todo tareas que les llenen. Cualquier empresa necesita un esfuerzo extra de sus empleados en algunas temporadas, y menos en otras, pero estos no pueden tener esa flexibilidad si ya están desbordados.
Qué situaciones provocan que nos enfrentemos a ella
Aunque la lista de motivos por los que una persona se puede identificar con el término Renuncia Silenciosa es extensa, te damos unas claves para que puedas reflexionar sobre tus propios empleados o tu situación.
- El trabajo que tienen asignado no es satisfactorio ni estimula al empleado, por lo que no siente la necesidad de aportar más.
- Como comentamos anteriormente, una mala gestión de la carga de trabajo por parte de los superiores puede desencadenar en el Síndrome de Burnout y finalmente Renuncia Silenciosa.
- La mentalidad de las nuevas generaciones es diferente, ya que se comparan con la realidad de sus familiares más mayores y no es parecida. Asumir que el estilo de vida es diferente, conlleva que aprendan a marcar límites y prioricen, entre otras cosas, el salario emocional frente al salario monetario.
- Cada vez se habla más de salud mental y los trabajadores son más conscientes de qué es aceptable o no en un ambiente de trabajo: horas extras no remuneradas, poca conciliación, nada de flexibilidad… esto ya no se lleva.
- La cultura de “vivir para trabajar” es rechazada. Los trabajadores han aprendido a seguir trabajando pero con mayor conciliación, evitando que el trabajo defina su vida.
- Un ambiente hostil o la falta de reconocimiento por las labores desempeñadas también hacen que el bienestar de nuestros empleados corra peligro.
- El estancamiento profesional también es motivo de encontrarse así, cuando sienten que no tienen la oportunidad de aprender y crecer.
Pero entonces, ¿a favor o en contra de la Renuncia Silenciosa?
Vaya pregunta acabamos de plantear y vaya melón acabamos de abrir.
- Lo que está claro es que medir cómo se sienten tus empleados de manera continua es lo mejor para evitar este tipo de problemas.
- También, entender que la conciliación con la vida personal es crucial para el buen desarrollo de las funciones laborales.
- Un Plan de Desempeño refuerza la gestión de las responsabilidades de cada uno de los trabajadores y evita las sobrecargas.
- Además, trabajar el employee engagement a través de la Propuesta de Valor al Empleado o actividades de Team Building.
En definitiva, cuando nuestros empleados se sienten escuchados, tienen flexibilidad, están motivados con lo que hacen, se ven capaces de crecer en tu empresa, están en un buen clima laboral… Lo más probable es que ni siquiera se oiga hablar de la Renuncia Silenciosa.
Así que, ¿por qué no empiezas midiendo el sentimiento interno (la evolución de las antiguas encuestas de clima)? A partir de ahí podrás tomar la decisión que más te convenga: crear un Plan de Desempeño (nosotros lo hemos evolucionado hacia la gestión de la contribución de los empleados), hacer un seguimiento a los líderes, mejorar la Propuesta de Valor al Empleado, la Comunicación Interna…
En Grupo Binternational tenemos como propósito “Construir organizaciones donde la gente se identifique y se implique en el proyecto, se sienta bien y dé su mejor versión”. Si quieres que encontremos la solución para evitar la Renuncia silenciosa en tu empresa, contacta con nosotros.
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