La ONU define la salud “como un estado de bienestar físico, social y mental. No solo la ausencia de enfermedad”. Por otro lado, el bienestar laboral es producto de un ambiente laboral agradable y del reconocimiento del trabajo que repercute en un bienestar familiar y social.

Según los convenios colectivos de España, cada año pasamos casi 2.000 horas en nuestro puesto de trabajo. Fuera de la oficina somos muy conscientes de nuestra salud tanto física como social y mental. ¿Por qué en el trabajo no le damos la importancia que merece? Si no nos llevamos los problemas personales al trabajo, ¿por qué nos llevamos el estrés a nuestra vida personal?

La pandemia ha puesto a prueba a muchas empresas que se consideraban magníficos lugares de trabajo y han resultado no estar a la altura. Temas como la salud mental y física de los trabajadores, la conciliación laboral, el ambiente de trabajo y la inversión en su desarrollo son cada vez más importantes para los trabajadores. En el contexto de competitividad por el talento ya no son solo los empresarios quienes eligen a sus empleados, ahora son estos quienes tienen exigencias.

Santiago Vázquez Blanco, Center for Emerging Leadership Director, reflexiona: “Si crees que el bienestar empresarial es caro, prueba con el malestar”. No se puede dudar del beneficio económico que resulta del cuidado de nuestros empleados, pero no es la única ganancia de estas inversiones, también se reducen el absentismo laboral, los accidentes, las bajas, el estrés, etc.

A continuación os damos algunas claves para mejorar el bienestar de vuestros empleados en su día a día. Desde apostar por salud mental, un tema cada vez más en tendencia, a la conciliación laboral y la inversión en el desarrollo profesional.

Salud mental

Cada vez somos más conscientes de que la salud mental influye en el desarrollo de nuestra jornada laboral. Lo más común es sufrir estrés, que inevitablemente llevamos a casa y acaba generando un círculo vicioso que afecta tanto a nuestra contribución y ánimo en el trabajo como a nuestras relaciones sociales. 

El síndrome de burnout o “del trabajador quemado” manifiesta un agotamiento físico y mental que resulta en una pérdida del interés por las tareas diarias. Esta cronificación del estrés laboral desarrolla una reacción negativa hacia el trabajo.

Para evitar que nuestros empleados sufran el síndrome de burnout es crucial hacer un ejercicio interno. De este modo conocemos la realidad de cada uno, cómo se relaciona el equipo, si las responsabilidades son demasiadas, etc. 

La prevención y el tratamiento del burnout no solo resulta en un trabajador feliz, motivado y más eficiente, también afecta a su entorno social y familiar. La salud mental de nuestros empleados es una apuesta segura, los estudios dicen que por cada dólar que se invierte en salud mental y emocional, hay un retorno de 4 dólares. 

Conciliación laboral

La conciliación trata de conseguir un equilibrio y separación entre la empresa y el trabajador. 

Muchos hablan que no solo se trata de mantener los horarios de oficina y no hacer horas extra. También es tener autonomía sobre qué hacer, cuándo y cómo. Son los responsables de área quienes muestran confianza en sus empleados si consideran que la calidad del trabajo será mayor con esta flexibilidad

Algunas medidas de conciliación laboral son: facilitar la posibilidad de teletrabajar, horas de entrada y salida adaptables, ofrecer servicios de retribución flexible, adaptación de horarios por cuidado de personas al cargo, horas libres el día del cumpleaños, ampliación del permiso de paternidad / maternidad a cargo de la empresa, etc.

Inversión en desarrollo profesional

Hay profesiones que requieren una formación constante por parte de los trabajadores, pero también el contexto en el que vivimos y los cambios internos pueden hacer que nuestros empleados queden atrás y necesiten herramientas para facilitar y mejorar sus actividades cotidianas.

Un claro ejemplo es la transformación digital que se ha visto acelerada en los últimos años. Muchas organizaciones no estaban listas pero es crucial para que los empleados puedan desarrollarse profesionalmente. 

A su vez, cuando una organización apuesta por invertir en su talento este siente que realmente importa y que confían en sus capacidades y mejora continua. Sentirse perdido o incapacitado para completar tareas puede generar malestar y vergüenza volviendo de nuevo al síndrome de burnout. Si por el contrario se decide mostrar apoyo y confianza, los resultados se reflejarán en la misma persona y en el resto de la compañía, al ser capaces de aportar más y sentirse cada vez más comprometidos. 

Todo esto finalmente es decisión de los líderes acompañados del equipo de recursos humanos. Los líderes transformacionales saben que la mejor manera de obtener resultados es a través de sus empleados. Las empresas están formadas por individuos, por lo tanto para que tengan éxito lo más importante es cuidar a las personas que hay dentro y apostar por su formación y su salud física y emocional

Aquí entra en práctica la G (buen gobierno) de ESG. Mediante la creación de normas y proyectos internos los líderes pueden tener en cuenta las necesidades de sus empleados para mejorar su productividad. Además se puede incentivar el bienestar personal motivándolos a mantenerse activos y tener hábitos saludables, cuidar su salud mental, fomentar el trabajo en equipo y hacer actividades para construir un ambiente agradable de trabajo tanto físico como entre compañeros. Si quieres que te ayudemos a conectar con tu equipo y mejorar su bienestar en la empresa, no dudes en contactar con nosotros.