Los más viejos del lugar recordarán numerosas crisis, pero quizá pocas nos han sacudido tanto en tan poco tiempo. A lo largo de estos meses hemos aprendido valiosas lecciones:
- La importancia de poner al día los objetivos y la evaluación del desempeño
- Colaborar y trabajar en equipo y con eficacia definiendo procesos adecuados para ello
- Dotar de autonomía y responsabilidad a los equipos
- Llevar a cabo la transformación digital con un papel importante para RRHH desarrollando a las personas y los puestos
- La conciencia y responsabilidad social de la empresa para que esta sea más rentable
- El despliegue de políticas de inclusión para respetar a cada uno como es
- La incorporación de nuevas competencias: plasticidad y agilidad
- Cultivar la adaptabilidad para los tiempos que vienen, tanto interna como externamente
Sin duda, todos son temas importantes. Pero si nos tenemos que quedar con lo imprescindible, con los retos que deberías afrontar a la vuelta de las vacaciones sí o sí, hemos preparado una checklist para que no se te escape nada.
Medidas que tendríamos que haber puesto ya en marcha
Políticas de flexibilidad
Tenemos que contar con una política de flexibilidad, sea la que sea. Hay que dejar claro qué postura tiene la empresa con respecto a este tema, porque en este momento es la cuestión más impactante en la relación con nuestros empleados.
Seamos realistas: no podemos obviar este asunto. Si queremos confianza y responsabilidad tenemos que:
- Definir un modelo de trabajo colaborativo
- Definir una política de flexibilidad
Revisa el café sobre flexibilidad.
Alinear y medir lo que importa
Es un momento clave para dar y exigir responsabilidad a nuestros trabajadores. Si queremos conseguirla hay que darles claridad en los objetivos. No pueden ser los que ya teníamos, tenemos que adaptarlos a la nueva situación. Y si queremos que sean relevantes hay que plantearlos a corto plazo.
Demos espacio a nuestros equipos. Porque si estamos encima de un trabajador, hacen lo que decimos pero no asumen ninguna responsabilidad. Para que la asuman hay que darles espacio. Recuerda:
- Objetivos actualizados y a corto plazo
- Los mandos deben facilitar que puedan hacer su trabajo formándoles para que sean capaces de hacer efectiva esa responsabilidad
Revisa el café sobre reestructuración de evaluaciones de desempeño.
Actualizar la capacidad organizativa
La realidad de nuestros clientes ha cambiado mucho. En muchos casos las empresas han pivotado y alterado el foco de su negocio; en otros no. Pero casi todos nos vemos obligados a adaptarnos en algún punto: nuevos tiempos de respuesta, modelo más digital, nuevas exigencias de nuestros clientes… Y esto tiene que ver con la necesidad de actualizar la capacidad organizativa:
- La cultura: la responsabilidad, la colaboración, el propósito
- El liderazgo: la positividad e involucración
- Las habilidades digitales, técnicas y de colaboración
- Nuevas competencias: plasticidad y agilidad
Lo que queremos que tengas claro es que NECESITAS UN PLAN. Puedes asumirlo de manera interna, pero si no tienes capacidad, pide ayuda a un proveedor de confianza. Lo que está claro es que estos todos cambios son imprescindibles, porque aumentarán el compromiso de nuestra gente haciendo que se sientan mucho más cómodos.
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