¿Recuerdas tus primeros días trabajando? Cuando te dieron tus primeras responsabilidades. O ese día en el que dejaron de revisar lo que hacías porque te habías equivocado tantas veces que ya estabas preparado para todo. Como líder consciente no debes olvidar estas valiosas lecciones. Son, como diría Spiderman, eventos canónicos: situaciones buenas o malas que están destinadas a ocurrir. Todos tenemos que pasar por ellas para desarrollarnos hasta poder dar nuestra mejor versión.

¿Soy capaz de delegar?

La RAE define la palabra “delegar» como autorizar a una persona para que haga algo en su lugar. Extrapolado al mundo empresarial, entendemos delegar de la misma manera, el traspaso consciente de responsabilidad de un líder a los miembros de su equipo.

Para algunas personas es más fácil leerlo o decirlo que llevarlo a cabo. El perfeccionismo y el control son aquí nuestros enemigos, y la confianza en las capacidades de nuestro talento, nuestro mayor soporte. Cuando un líder delega, no solo adjudica tareas a diferentes miembros de su equipo, también les traspasa responsabilidad y les empodera a tomar decisiones que hasta ahora pertenecían al líder (con las guías necesarias).

Delegar me beneficia a mí, a mi equipo y a mi empresa

  • Busca la optimización y la eficiencia de todos, permitiendo al líder centrarse en la estrategia mientras otros ejecutan. Aunque siempre es importante seguir ofreciendo apoyo y guía cuando se necesita.
  • Mejora la satisfacción y la moral del equipo ya que es una práctica que se basa en la confianza mutua, fomentando el desarrollo individual y de los equipos. La mejor manera de crecer y aprender es enfrentándose a situaciones complejas y tomando decisiones.
  • Contribuye a un entorno de trabajo abierto, distendido, enriquecedor y en el que se promueve la autonomía. Aunque a veces los colaboradores puedan encontrarse con situaciones incómodas, es importante para su aprendizaje. Pero no olvides que hay que saber medir el nivel de responsabilidad.

Micromanagement, ¡atrás!

Si no has oído hablar del concepto micromanagement te lo cuento rápidamente: al contrario que la delegación, este se caracteriza por controlar y supervisar de manera excesiva las tareas de los empleados. Si recuerdas los beneficios comentados hace tan solo unas líneas, puedes darle la vuelta a todos, porque los destruye.

Los líderes conscientes saben encontrar el equilibrio entre la delegación y la supervisión necesaria de acuerdo al perfil, la tarea, etc.

Mientras la delegación transmite confianza en las capacidadres del talento, el micromanagement la retira. Esto, indudablemente, provoca un sentimiento de inseguridad en quienes deberían ser capaces de trabajar con autonomía.

Otra diferencia es la cantidad de tiempo que tiene un líder. Uno de los motivos por el que se delegan las tareas es para poder centrarse en otros asuntos más estratégicos. Y aunque las revisiones son a veces necesarias, seguir cada paso puede entorpecer más que ayudar.

El micromanagement puede llevar al despido silencioso, no caigas en la trampa

Aunque la lista de contraposiciones es extensa, acabaremos con esta: el micromanagement crea un clima tenso donde se limita el crecimiento del talento. El objetivo de todo líder debe ser estar rodeado del mejor equipo y por ende, sacar lo mejor de ellos. Pero esto no sucede de la noche a la mañana. Sus empleados, ya sean juniors o seniors con un know how diferente, tienen que tener la oportunidad de desarrollarse bajo su mando, potenciando la creatividad, la eficiencia y la toma de decisiones.

En Grupo Binternational nuestro propósito es “Construir organizaciones donde la gente se identifique y se implique en el proyecto, se sienta bien y dé su mejor versión”. Creemos que un líder consciente es clave para conseguir un equipo exitoso. Si has detectado líderes que entorpecen el desarrollo de tus empleados, contacta con nosotros.